En mis
encuentros con brujos y brujas de la llamada Nueva Recta Provincia (cuya sede
en Concepción fue fundada, según mis averiguaciones, el 2008), he podido
observar que usan dos tipos de magia: una telúrica y
otra acuática*.
MALE DECIRE |
Hoy les hablaré del primer grupo. La magia telúrica se
caracteriza por la visibilidad con que el brujo o bruja realiza su arte. Puede ser
a través de la palabra (verbalización), por medio de un flechazo (proyección)
o convirtiéndose en algún animal (transformación).
La verbalización consiste en «canalizar a través
de las palabras, las peores intenciones y más bajos pensamientos contra un
tercero» (Valenzuela, 2013: p.89). Por ejemplo, cuando se usa la voz para
"enlesar" (aturdir a las personas incautas), "enyetar" (dar
mala suerte) o "embolinar" (hacer perder el camino). También cuando
se hacen encantamientos o se desea sacar la verdad a otra persona.
MALE FACER |
La proyección es lo que comúnmente se conoce
como «maleficio». Se trata de «un acto con consecuencias nocivas»
cuya finalidad es «causar un mal» (Valenzuela, 2013: p.89). También
se le conoce como flechazo, «un mal tirado (...) que el brujo lanza desde
la distancia» (Romo, Diccionario de la brujería en Chiloé: p.13).
Sin embargo, no se reduce solo a eso. Un brujo o una bruja que pueda usar
proyección también es capaz de suspenderse en el aire (sin necesidad de
su makuñ) y mostrar su sombra con el objetivo de formular ataques
visibles (personalmente he visto unas lagartijas hechas de sombra haciendo de
las suyas).
TRANSFORMATIO |
Por último, la transformación permite al brujo o bruja
convertirse en un animal (generalmente zorros, perros y gatos) o en aves
agoreras (como el tue tué). Quien usa esta esfera puede, además, convocar seres
sobrenaturales o portentos del imaginario folclórico chileno (como el camahueto,
el piguchén, el basilisco, el cuchivilu o la gurutregua). Otra habilidad
interesante es que pueden tener un «manda'o», un animal enviado por un
nochero (brujo) «para probar la reacción de la persona estudiada»
(Romo, Diccionario de la brujería en Chiloé: p.16). Debo mencionar
que no he visto, todavía, cómo se transforma un brujo o una bruja, pero sí
sospecho de un tiuque que, extrañamente, aparece dondequiera que vaya.
No hay muchas maneras de contrarrestar la magia telúrica.
Algunos usan el canelo para detectar este tipo de magia (pues son sensibles a
su humareda); otros son capaces de repeler algún ataque con oraciones poderosas
como «San Cipriano va para arriba, San Cipriano va para abajo,
sosteniendo una vela de buen morir» (Plath, 2014: p.89) o rezando las Doce
Palabras Redobladas**. Debo decirles que no siempre funciona. Les confieso que,
por protección personal, siempre llevo a cuestas un saquito de sal (que ayuda a
alejar a los posibles brujos/as que anden cerca) y mi medallita de San
Cipriano, santo defensor de artes oscuras y maleficios. Hasta ahora me he
librado. Creo.
Fuentes consultadas:
-Plath, Oreste. Geografía del
mito y la leyenda chilenos. Edición corregida y anotada por Karen P.
Müller Turina. 5ta reimpresión. Santiago de Chile: FCE Chile, 2014.
-Romo Sánchez, Manuel. Diccionario
de la brujería en Chiloé.
http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0033461.pdf
-Valenzuela, Eduardo. Maleficio.
Historia de hechicería y brujería en el Chile colonial. Santiago de Chile:
Pehuén Editores, 2013.
*Los nombres de las
denominadas «esferas de la magia» se los escuché pronunciar
a los integrantes de la organización de brujos y brujas de Concepción en
algunas de sus reuniones, a las cuales fui "invitado" para realizar "encargos
especiales". A cambio de "mi ayuda", me han prometido una
entrevista exclusiva que, hasta el momento, se han negado a darme.
**Si desea saber más sobre las Doce
Palabras Redobladas, sugiero revisar el artículo «Cultura y sociedad del
conjuro de las doce palabras redobladas en Chile» de Manuel Dannemann,
conocido investigador del folclore chileno.
http://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/8498/CC01art15ocr.pdf?sequence=1
No hay comentarios:
Publicar un comentario